Martín Esparza Flores
29 de marzo 2014
Al cumplirse los plazos anuncia para que millones de mexicanos causen alta en el nuevo sistema de recaudación contemplado en la reforma fiscal, la guillotina del Sistema de Adminstración Tributaria pende amenazante sobre sus cuellos, a causa de que la depredadora e intimidatoria medida no contempló el mínimo sentido social hacia sectores que como los campesinos, ahora en forma por demás increíble, deberán emitir “facturas electrónicas” para vender sus magras cosechas.
Como lo denunciaron expertos en materia fiscal, la actual administración ya busca compensar la merma que tendrá la renta petrolera de Pemex con la puesta en marcha de la reforma energética, cuyas ganancias que antes ingresaban netas a las arcas nacionales ahora irán a parar a los bolsillos de los inversionistas nacionales y extranjeros.