Por: Gerardo Fernández Casanova | aporrea/
Hay resistencias que triunfan y la del SME triunfó. A casi seis años de la artera disolución de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, a cargo del nefasto régimen del espurio Calderón, los trabajadores agrupados en el heroico Sindicato Mexicano de Electricistas recuperan su fuente de trabajo, ahora como cooperativa. Resistiendo el más fiero embate del troglodita Javier Lozano Alarcón, entonces secretario del trabajo (esclavo), y de todas las fuerzas de la desinformación, con carretonadas de dinero para comprar esquiroles y provocar disidencias, con la represión de la fuerza pública y toda la retahíla de triquiñuelas y engaños acostumbrados por el régimen, los 16,000 trabajadores que no cayeron en la trampa de la liquidación, pudieron finalmente lograr su primer objetivo: recuperar la fuente de trabajo. Se dice fácil, pero es una hazaña de enorme trascendencia; ejemplar y educativa para quienes vemos en la resistencia pacífica una de las alternativas ante el caos imperante. Dignidad y capacidad de negociación, con un liderazgo honesto, son los ingredientes que condujeron la lucha hasta su culminación exitosa.